martes, 23 de febrero de 2010

¡Empieza el colegio!

Después de tantos días de vacaciones la vuelta al cole siempre supone una dura adaptación para los niños, los madrugones, los horarios, las rutinas ... pero tú puedes ayudarles a vivir este momento con ilusión y ganas de empezar un nuevo curso.

Esta nueva etapa viene cargada de ilusiones renovadas para toda la familia ¡aprovéchalas!


Empezar con buen pie

Tanto para adultos como para niños se hace difícil, muy a menudo, la vuelta a la normalidad tras el periodo vacacional.

Depende mucho de la actitud de los padres el que los niños puedan afrontar esta situación en las mejores condiciones. Para ello es fundamental, en primer lugar, que no les trasmitamos nuestros sentimientos negativos al finalizar el verano. Debemos abstenernos de comentar delante de los niños y jóvenes la pereza que nos da la vuelta al trabajo.

Se ha hablado mucho del síndrome post-vacacional o de normalidad, y aunque está algo magnificado, es verdad que puede afectar a individuos de todas las edades. En general, aunque les cueste un poco, los niños se habrán adaptado durante la primera semana, pero en raras ocasiones la situación puede agravarse y hay que estar atento a los síntomas para atajarlos (apatía, taquicardias, mareos, dolores de cabeza...) antes de que deriven en un estado depresivo mayor.


¿Qué hacer para facilitarles la "Vuelta al cole"?

Lo primero es hacerles ver los aspectos positivos que tiene la vuelta al colegio: reencuentro con los compañeros y amigos, nuevas cosas que hacer, nuevas cosas que aprender... recuérdale las excursiones, y los buenos momentos del curso anterior, todo ello contribuirá a hacer menos duro el primer día de cole.

En los días previos al comienzo del curso es muy importante escuchar sus inquietudes y temores, hablar con ellos y procurar que afronten el nuevo curso con nuevos retos e intenciones renovadas. Debemos transmitirles confianza y seguridad.

Para hacer que la vuelta sea gradual, podemos salir con ellos a comprar el material escolar que necesitan, comenzar a preparar la mochila, forrar los libros con ellos y aprovechar para comentarlos e incluso para animarles a ojear los primeros temas...

En estos últimos días de vacaciones, deberíamos ir recuperando las rutinas diarias de sueño, comidas y no abandonar los hábitos saludables. Aunque sería deseable que los libros formaran parte del ocio vacacional, si esto no ha sido así, sí es importante que vuelvan a tomar contacto en estos días previos, leer, escribir, dibujar y pintar... eso también facilitaría la vuelta a las tareas habituales.

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